El 27 de abril pudimos acudir a ver a Miss Caffeína en la Sala Summum (Santander) y os contamos lo que allí vivimos.
Texto: Luis del Rosal aka Mr. Deck
Fotos: Víctor M Bustamante
Quince minutos después de las nueve de la noche comenzó el concierto de Miss Caffeina en la Sala Summum de Santander donde estaba colgado el cartel de Sold Out desde hacía meses.
El grupo se encuentra de gira por todo el pais y su presencia en la capital de Cantabria ha resultado ser un revulsivo en la escena musical de la región, tan falta de programación pero también de proyección suficiente últimamente, más allá de los conciertos programados para el verano.
Miss Caffeina comenzó a tocar no sin varios problemas de sonido que se empezaron a resolver más allá de la media hora de concierto, de tal manera que a Alberto en determinados momentos no se le escuchaba apenas y desde nuestra ubicación tan solo le veíamos abrir la boca como si se tratara de un pez en una pecera.
En efecto, el sonido de la batería y del bajo tapaban cualquier atisbo de melodía - apreciada y señalada incluso por algún componente de la formación - aunque podemos dar fe de que el público disfrutó desde el primer al último minuto. Los problemas técnicos, fueron el contrapunto a un público entregado que disfrutó, que siguió cada uno de los temas y que cumplió sobradamente con las expectativas que inicialmente nos habíamos creado.
Alberto, pasada ya la mitad del concierto, comentó la bondad de tocar en una sala pequeña un concierto exclusivo, donde los tiempos no están tan medidos como en un festival, dicho lo cual, el grupo pudo ofrecernos una visión completa y de conjunto de su trabajo.
Así pues, el cuarteto tocó varios temas de sus cuatro álbumes de estudio desde “Atomos dispersos” a “El rescate” pasando por “Detroit”, “Oh! sana”, "Merlí", "Reina" o un apoteósico fin de fiesta disco con su versión del noventero "Freed from desire" de Gala. El show, como ya hemos comentado, no ofreció un sonido claro y limpio y por momentos la reverberación se hacía notar y molestaba, si bien, esto no supuso quejas por parte del público, tan metido en los temas y disfrutando con cada una de las canciones.
Lo mejor:
- Haber tenido la posibilidad de tener a Miss Caffeina al alcance de la mano.
- El público de Santander, entregado de principio a fin.