La segunda jornada del bbklive de 2019 comenzó como la primera, bajó un sol de justicia que caía sobre Kobetamendi y que obligaba a recogerse entre los árboles, donde soplaba un poco el aire y lo hacía más llevadero.
Texto y fotos: Luis del Rosal Pernía aka Mr Deck y Víctor M Bustamante
Para cuando Second empezó a tocar en el escenario Bestean el calor era implacable, aunque eso no impidió que el grupo se diera un baño de masas. Más entrada la jornada, con el sol en posición más baja y en este mismo escenario, saltaron al ruedo, como unos Miuras de pura sangre, Idles, a cuyos seguidores no les será fácil olvidar el bolo que dieron estos británicos por lo superlativo y exagerado, con varios saltos a la zona de público del guitarrista Lee Kiernan mientras un poseído Joe Talbot escupía hacia arriba como si de un dragón echando fuego se tratara.
No les gustan que les llamen punks, dicen que no son una banda post-punk, que ya lo han repetido en muchas ocasiones pero actúan como si lo fueran y es que llegó un momento en que el personal de seguridad tuvo que reforzar la valla enfrente del escenario, ya que la muchedumbre, en danza frenética, saltaba, empujaba, se movía de un lado a otro y engullía todo alrededor como si no existiera mañana. No Future man. Los Idles tocaron doce temas comenzando por "Heal / Heel" y siguieron con "Mother", "I’m Scum" y "Love Song". No faltaron otros como "Danny Denelko" o "Exeter" y para cuando cerraron con "Rottweiler" el personal ya había puesto los ojos en blanco.
La nueva diosa del trap flamenco desgranó temas de sus dos trabajos publicados, más sus nuevos singles, y dio una lección de lo que la palabra show mainstream significa en toda su extensión. Inmaculada y milimetrada puesta en escena, estudiada y coreografiada para no dejar resquicio a la más mínima improvisación. Ni siquiera cuando recordó a los miles de asistentes que un par de ediciones antes del festival había actuado sin apenas repercusión, y que aún no acababa de digerir este éxito desmedido.
En definitiva, Suede ofreció un repaso completo a toda su carrera. Brett, por su parte, comentó que su mejor tema en los últimos diez años habia sido “Life is Golden”, poniéndolo en práctica al igual que su pro-europeismo, que fue seguido con desigual éxito por sus propios compatriotas.
No faltaron tampoco las esperadas por los asistentes “Trash”, "Beautiful Ones" y “Animal Nitrate”, quedando todos más que agradecidos con un concierto de 18 temas en una hora y veinte minutos de orgasmo colectivo.
Brett Anderson , el Raphael del Britpop , desplegó en Kobetas todo su arsenal dramático y gestual y cumplió generosamente las expectativas de todos los fans que acudimos a rendirles pleitesía incondicional. Hubiéramos grabado más video pero el orgasmo de la liturgia que allí comulgamos nos impedió estar pendientes de las cámaras.... Es lo que tienen Suede. Te hipnotizan y te dejas caer en su red sin remedio.Anoche no fue un caso aparte.
También pudimos saborear la fuerza de Mourn en el escenario principal el cual, a pesar de su tamaño, no les vino grande. Actitud. Mucha actitud. Y energía suficiente para llevar una carrera que promete más de una alegría. En directo son una apisonadora a pesar de su juventud. Da la impresión de que llevan muchos más años en esto de lo que es la realidad. Por otro lado, nos perdimos la actuación de Cecilio G pero pudimos acudir a sus ensayos a primera hora y nos dejo ojipláticos con su particular puesta en escena entre el desenfado y la locura, mochila a la espalda cual Dora Exploradora, y con el micro y las bases como únicas armas de destrucción masiva. 