BIME LIVE: Lo que vivimos el sábado

El 2 de noviembre concluía el BIME Live 2019 y, recuperados al 100% de la resaca de grandes conciertos de la jornada anterior, tomamos rumbo al BEC! de nuevo con las pilas, y las pulseritas, bien cargadas.



Texto: Víctor M Bustamante
Imagen: Víctor M Bustamante y Luís del Rosal Pernía aka Mr. Deck
Podéis leer la crónica del viernes aquí.

No queríamos perdernos a Los Estanques así que madrugamos algo más que la jornada del viernes y pillamos primera fila, como señores, cerveza en mano. Nuestro paisano, Iñigo Bregel, dió buena caña a los poco cientos de personas que se congragaban a esa hora con temas tan rotundos como "¡Joder!", y su acertada mezcla de géneros no dejó indiferente a nadie. La potencia con la que se desarrolló el bolo fue el calentamiento perfecto para la zurra que se estaba cociendo en el escenario opuesto: Carolina Durante.

Yo ya no se las veces que hemos podido verles desde aquel glorioso concierto bajo un sol de Arizona en el BBK Live en el que la masa en pleno tomó el escenario al asalto. Ese día nos conquistaron y, a día de hoy, no han bajado el ritmo. Si acaso se les ve con áun más confianza a la hora de pisar las tablas y sin un ápice de cansancio a pesar del frenético ritmo que llevan entre conciertos y festivales. Tanto con Los Estanques como con ellos el sonido del búnquer de hormigón de BEC!, unido a la escasez de público suficiente para amoriguar el efecto rebote, no facilitó que el sonido fuera tan perfecto como hemos podido atestiguar en otras ocasiones. Aún así, pudimos saltar y poguear como berracos prácticamente todo su album de debut y sus joyitas más clásicas, lanzadas en EPs y descargas anteriores al largo, y que tuvieron la osadía de no incluir en éste, como hubiese sido lo más cómodo. Pero ellos no juegan en la zona de confort como otras bandas y lanzan himnos de escasos tres minutos, sino menos, con la misma facilidad con la que tu mascota devora tus calcetines. No faltó ni "Niña de Hielo", ni "300 golpes", "ni "Cayetano" (habrá que ver ahora a quién sigue votando su amigo) ni su "Perdona (Ahora sí que sí)" sin la aparición sorpresa de Amaia (presente la jornada del viernes y que también la incluyó en su set en solitario) como todos esperábamos.


La caída de cartel a última hora de uno de los directos que más ganas teníamos de ver, el del gran Michael Kiwanuka, hizo que se solapasen Marc Lanegan y The Divine Comedy y, como buenos amantes de la banda del irlandés Neil Hannon, no nos quedó más remedio que aparecer a ver al ex Screaming Trees cuando estaba en los bises. Otra vez será, por que lo que cuentan que pasó en ese escenario se queda corto en legendario. Además, por lo que hemos leído, no tiró a lo fácil y exploró temas inusuales como caras b y otras rarezas, haciendo las delicias de sus fans más hooligans.
Pillamos posiciones VIP para ver a Divine Comedy y pudimos comprobar en distancias cortas como habían adaptado su show, otra veces más cercano y reservado a salas más íntimas, a un auditorio más amplio como el del BIME. El público ya estaba siendo numeroso a esa hora y se notaba en la acústica del BEC! gratamente. Lo que ya no fue tan grato es la falta de consideración de algunos que, cuando la banda atacaba sus temas más suaves, dejaba oir en las primeras filas una marabunta de voces que hasta al propio Neil le hizo tener que chistar en más de una ocasión. Y mira que es grande el BEC! para liarte tu fiesta alternativa en otra esquina... Por mi parte nada que reprocharles en la hora y media larga que ocuparon mi atención excepto que pienso que perdieron una oportunidad de oro, con tanto auditorio, de repasar más temas conocidos o, al menos, fiesteros, que era lo que la gente estaba pidiendo a esa hora, y dejar los experimentos sonoros para otra cita con otro planteamiento. Los que conocíamos su repertorio la gozamos, pero los que no se quedaron a medio gas con tanto coro gospel y tanta parrafada en inglés. Ahí, Neil, podías haber sumado adeptos a la causa y lo desaprovechaste...
Podéis leer también la crónica "The Director´s Cut" de Mr. Deck sobre el bolo de The Divine Comedy aquí.



De Brittany Howard sólo podemos decir una cosa: TREMENDA. No sólo por su presencia escénica, sino por su infinito talento vocal y el de toda su banda, coristas más que incluídas, que nos hicieron pasar una hora y algo en un suspiro y que no dejaron de sosprendernos con sus revisiones de Prince ("The Breakdown"), de The Beatles ("Revolution") y de ese temazo que es el "Your Love Keeps Lifting (Higher and Higher)" de Jackie Wilson que hemos recuperado merecidamente esta semana en nuestro programa de radio y que ganaba enteros en la versión de la ex Alabama Shakes. Su espléndido álbum de debut en solitario, "Jaime", desfiló en su totalidad (tan sólo quedo fuera el tema que cierra el trabajo, "Run to Me") y consiguió que la sonrisa que llevábamos puesta desde Los Estanques a primera hora no decayera, a pesar de que llevábamos tiempo sin repostar combustible, ni desrepostar, con tanto solape de escenarios. De fumar ya ni hablamos...


Tras el abandono de Michael Kiwanuka se cernía el drama en el recinto del BEC!. Las pantallas anunciaban que Jay Kay había sido diagnosticado de laringitis esa misma mañana pero que intentaría dar el show lo mejor que pudiera. No habíamos aún tenido la ocasión de ver a Jamiroquai nunca en directo y estába temblando hasta el misterio con qué íbamos a poder ver esa noche. Parece que los astros, o los chutes de brebajes que tomaba constantemente, se pusieron de nuestra parte y, a pesar de las limitaciones lógicas, superó las espectativas de largo y se marcó una fiesta funky en toda regla en la que la mitad del recinto apenas miraba el escenario y bailaba como posesa al ritmo de los británicos. Con unas pintas que recordaban más a un Maradona de andar por casa, o yendo al súper a por cervezas, el intérprete de "Deeper Underground" estuvo arropado por una banda inmaculada y bendecida por el Santísimo, y fue desgranando himnos indiscutibles como "Little L", "Space Cowboy", "Cosmic Girl" o "Canned Heat" con auténticas jam sessions de muchos de sus temas, que hacían que éstos se volvieran infinitos y que la liturgia danzarina fuera sembrando un mantra rítmico sobre el cemento, ya lleno de colillas a esas horas. Seguramente se quedara mudo después de acabar, pero era el último bolo de su gira así que se lo podía permitir. ¿O no? Bravo!

 


La cara B de la moneda fue que, con tanto baile y tanto funky se nos pasó completamente el asomarnos a ver al gran Glen Hansard y, cuando quisimos darnos cuenta, fue irreparable. He tratado hasta de evitar leer crónicas de su directo porque no quiero flagelarme con ellas. Cruzaré los dedos para que vuelva a pasar pronto por España. 

Y ya bien entrada la noche acabamos de destrozarnos el cuerpo a base de la rítmica propuesta de Roisin Murphy, ex vocalista de los legendarios Moloko y que recuperó su clásico "Forever more" para la noche y una pizca del noventero rompepistas "Sing It Back" en una interminable sucesión rítmica, que fue de más a menos lamentablemente, pero que cumplió con las espectativas que teníamos: llegar rodando hasta el parking porque los pies no daban para dar un paso más.


20.000 almas según la organización avalan la edición de este año y confirman al BIME Live como la propuesta musical indoor por excelencia del otoño. ¡Hasta el año que viene!

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