"Funeral" es la canción elegida por Olivia de Happyland para regresar al panorama musical después de un exilio voluntario de varios años de duración.
Fuente: Discos Polo
Esta era la típica historia de chica de provincias que viaja a la capital para hacer carrera artística, y después de alcanzar éxitos y de codearse con músicos afamados de varias generaciones, profesionales del periodismo especializado, y de la industria musical, desaparece repentinamente y sin despedirse de nadie.
Pero ahora, como un plot twist inesperado, la extremeña Olivia Heredia ha lanzado su videoclip, "Funeral", la noche de Halloween, en una maniobra perfectamente calculada, en sintonía con la estética, y el espíritu que acompañan a las imágenes y a su nuevo tema. También como muestra de los aires que rondan en su cabeza en este momento en el que se decide a resucitar a la actualidad musical. Con la experiencia a sus espaldas de dos discos publicados, "Casi Feliz" (2009) y "Antibiografía" (2012), y de haber actuado en escenarios de todos los tamaños, vuelve sin más pretensiones que ir publicando sus recientes composiciones a su propio ritmo y llevando personalmente las riendas de todo en esta nueva etapa.
Con dos maquetas de tres y cinco cortes (2006 y 2007), Olivia de Happyland empezó a sonar en varios programas de Radio 3. Julio Ruíz fue su máximo fan y portavoz. En Disco Grande, muchos de nosotros tuvimos un encontronazo mayúsculo con aquella chica de voz melancólica que cantaba "Felices novios" y "Nadie cuida de nadie". En 2008, Olivia recibió el premio Pop Eye a la mejor artista folk. Rock de Lux y Mondosonoro, (donde destacó como maqueta del mes de febrero del mismo año), se hicieron eco de su segunda demo.
Pero ahora, como un plot twist inesperado, la extremeña Olivia Heredia ha lanzado su videoclip, "Funeral", la noche de Halloween, en una maniobra perfectamente calculada, en sintonía con la estética, y el espíritu que acompañan a las imágenes y a su nuevo tema. También como muestra de los aires que rondan en su cabeza en este momento en el que se decide a resucitar a la actualidad musical. Con la experiencia a sus espaldas de dos discos publicados, "Casi Feliz" (2009) y "Antibiografía" (2012), y de haber actuado en escenarios de todos los tamaños, vuelve sin más pretensiones que ir publicando sus recientes composiciones a su propio ritmo y llevando personalmente las riendas de todo en esta nueva etapa.
Con dos maquetas de tres y cinco cortes (2006 y 2007), Olivia de Happyland empezó a sonar en varios programas de Radio 3. Julio Ruíz fue su máximo fan y portavoz. En Disco Grande, muchos de nosotros tuvimos un encontronazo mayúsculo con aquella chica de voz melancólica que cantaba "Felices novios" y "Nadie cuida de nadie". En 2008, Olivia recibió el premio Pop Eye a la mejor artista folk. Rock de Lux y Mondosonoro, (donde destacó como maqueta del mes de febrero del mismo año), se hicieron eco de su segunda demo.
La magia que se respiraba en aquellas grabaciones sencillas, con los arreglos instrumentales justos, era la de una mujer que entre sueños y pesadillas, dejaba aflorar una creatividad y una personalidad artística en pleno desarrollo, y que bebía de unas influencias clásicas. Olivia caminaba a tientas buscando el sentido de las cosas, brazos en los que refugiarse, y un poco de felicidad, en un mundo agreste y cruel. Tuvo la oportunidad de participar en los Conciertos de Radio 3 presentando sus dos álbumes, y de tocar en directo con un rosario de artistas de lo más variopinto, hasta el momento de su retirada al campo, huyendo de las multitudes y dedicando parte de su tiempo a la otra gran pasión de su vida, los animales.
En "Funeral", encontramos a una mujer que sigue enfrentándose de forma valiente a todos los fantasmas que se cruzan en su camino, sabiendo que está sola ante el peligro, sola ante el infinito.
Para la grabación del tema ha podido contar con la ayuda de amigos como Rubén Bp, Willy Vijande y Special Forces R'n'll. Ella misma se ha encargado de la producción. El video ha sido posible gracias a Gustavo García Sierra, (un jovencísimo director con un gran talento, y gran pasión por el cine), y el colectivo Alison. Desde el modesto sello Discos Polo, intentan promocionar el trabajo de Olivia de Happyland, con mucha ilusión, y el deseo de que pueda llegar a oídos y corazones que sean capaces de conectar con las coordenadas desde las que ella piensa, vive y escribe.