Tras su esperado regreso con "Funeral " y "Yo tumbé a Godzilla" el año pasado, regresa ahora con "¿Dónde está el amor?", un tema rescatado de sus sesiones del album "Autobiografía".
Fuente: Discos Polo
Olivia de Happyland vuelve a estar de actualidad. Con una artista como ella, no es fácil saber a qué atenerse. No nos referimos a la calidad y el gusto que pone en sus composiciones desde el minuto cero hasta el último detalle. De sobra cuenta con una trayectoria más que decente. Sus últimos lanzamientos han sido "Funeral", un videoclip oscuro y con aires fronterizos donde se podía percibir cierto desencanto con la vida, y el single "Yo tumbé a Godzilla", una balada clásica, donde no sólo demuestra que es capaz de sobrevivir, sino que se defiende muy bien sola.
Sin abandonar el material inédito en el que trabaja incansablemente, es capaz de sorprendernos a dos bandas recuperando piezas de un puzzle que sus fans creíamos tener completo a día de hoy. Por un lado, aparece una versión acústica de "Mil hogueras después", un tema que publicó exclusivamente en videoclip en noviembre de 2015. Funciona a la perfección en ese formato, pese a compararlo con el original, rocanrolero y con una lírica reivindicativa desde su posición de mujer consciente y activista.
De momento, "Mil hogueras después" en su interpretación más desnuda, sólo se puede escuchar en su página web, donde sus seguidores podrán estar al tanto de todas las novedades. Se registró a mediados de la década pasada en los estudios de José María Rosillo, responsable del sello Audiomatic, que lanzó sus dos lps "Casi Feliz" y "Antibiografía".
Ella lo relata en primera persona: "Era una de las canciones seleccionadas para mi tercer lp que se empezó a registrar entre Albacete y Madrid. Pero pasaron muchas cosas y nunca terminé de grabarlo. Fui sacando algunos singles huérfanos. Perdí la ilusión por la música, y por todo en general, y ya no quise sacar más discos. Hubo un momento en que se mezcló mi vida personal con el desencanto por todo. Influyeron de manera muy especial las personas que estaban dentro de la música conmigo o en mi entorno. Mi círculo dejó de ser cómodo y amable, y recibí desde dentro críticas sobre mi supuesto eclecticismo, y surgieron tensiones. Aquello ya no era mi música, una cosa extraña, ajena a mi mundo y mi sensibilidad. Echando la vista atrás, me doy cuenta de que pasaron por mi vida muchos personajes tóxicos que me hicieron perder la ilusión por la música. Lamentablemente en el espacio independiente, necesitas personas y recursos, y a falta de éstos, opté por cerrar el estuche de la guitarra y rescatar perros en la Cañada Real de Madrid, otro submundo. Mi existencia se convirtió en un barco a la deriva, y la rematé huyendo al campo con la persona equivocada con la intención de crear un santuario de animales".
Olivia Heredia, ha resurgido de sus cenizas. En pleno proceso de curación y maduración personal y sin ponerse en manos de gurús, ni pasar por cirugía plástica, se presenta al natural. Por fin experimenta la tranquilidad que da el ser independiente en todos los detalles de esta nueva etapa, y ha aprendido a convivir con las limitaciones resultantes. La segunda sorpresa, es la aparición en Youtube de un video que iba a formar parte de la promoción de "Autobiografía". Igual que lo fue "Cánsate conmigo". Se habían escogido dos de los temas más potentes del cd para ampliar su espectro de fans más allá del pop y el indie. Nunca es tarde para ser espectadores de como lucía y como se las gastaba Olivia en 2012, en las imágenes de "¿Dónde está el amor?", una pregunta tan actual como entonces, y de nuevo lanzada al universo.
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