Plágaros son una banda ecléctica, inclasificable y a la vez deliciosa, que maneja los tempos del más puro dreampop, pasando por matices de contagioso funk, rock progresivo, electrónica y mucha, mucha, experimentación.
Texto: Víctor M Bustamante
De vez en cuando llegan trabajos discográficos que te sorprenden gratamente porque se alejan de las corrientes habituales pero, al mismo tiempo, te sumergen en zonas comunes de tu memoria musical.
Es el caso del trabajo debut de la banda Plágaros que lleva por nombre "A Day, A Family And A Night" y de que ya habíamos podido saborear su adelanto, un "Young Hopes" que te engancha desde la primera escucha.
Plágaros son artesanos de la música y utilizan todos los recursos y todos sus conocimientos melómanos en pos de una obra que se degusta como un buen vivo o se contempla como una escultura a base de arpegios.
Multitud de influencias respiran entre los surcos de este vinilo, editado con mucho mimo por el sello Oso Polita, y que viene bellamente ilustrado por Amaia Ugarte: desde el Bowie más setentero (podemos sentir la huella de la era "Starman" entre los cortes), al Prince más funky de los ochenta, la psicodelia de Pink Floyd o de trabajos como "Radio K.A.O.S." de Roger Waters en solitario, sin dejar de lado la experimentación artrock de bandas más actuales como Arcade Fire o los sonidos más metaleros y glam de un T-Rex.
Estos hermanos de Gasteiz están en plena forma creativa y sus musas se han confabulado para dar forma a un nuevo universo sonoro que se debe degustar de principio a fin, como un buen libro, y apreciando todos y cada uno de los matices que se destilan en sus poros.
No sabemos como un disco tan ambicioso va a poder llevarse acabo en un directo, pero estamos deseasos de comprobarlo. Desde "Nos Vemos En Primera Fila" os animamos a que paseís 46 minutos de vuestra reclusión obligada por esta dramática situación evadiéndoos a un destino distinto.
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