El estadounidense Ezra Furman actuará en Madrid el día 23 de noviembre (Independance Live, dentro del ciclo SON Estrella Galicia) y en Barcelona lo hará el 24 (La Nau). Las entradas para ambas actuaciones se pondrán a la venta el martes 14 de abril a las 10 horas.
Fuente: Houston Party
Ezra Furman pondrá el foco en estos dos conciertos en los temas de sus últimos trabajos, aquellos que ha publicado desde su última gira de salas por España, que tuvo lugar en otoño de 2015. En aquel tour venía con el álbum “Perpetual Motion People" bajo el brazo, que había salido aquel verano. Desde entonces ha lanzado tres trabajos: “Transangelic Exodus” (2018), una especie de odisea distópica descrita muy favorablemente en Billboard como “un melodrama con capas de pop barroco” y en NME como “un viaje épico inspirado en Springsteen a través de la parte más vulnerable de la cultura estadounidense”; “Twelve Nudes” (2019), este un álbum crudo, político y apocalíptico, de espíritu “queer punk”, enérgico y con observaciones afilada; y finalmente la banda sonora para la exitosa serie británica de Netflix “Sexual Education”, una de las mejores y más famosas entre las dirigidas al público adolescente. De ese soundtrack Furman es el principal encargado de las dos primeras temporadas, la de 2019 y la de este 2020, mezclando en ellas aportaciones de su catálogo previo y temas que ha compuesto expresamente para este trabajo. Una entusiasta catarsis emocional en la que Furman también ha mostrado que sabe mirar por el retrovisor, pues hay versiones como la de “I Can Change” de LCD Soundsystem, cuyo original solo tiene diez años, y del pasado, como “The Good Book”, que compuso el símbolo “flower power” Melanie, publicada en 1971, o “Devil Or Angel”, joya del doo wop de The Clovers fechada en 1956.
En relación a las motivaciones que le llevaron a aceptar el encargo de la banda sonora de “Sexual Education”, para lo cual los productores de la serie le dijeron “queremos que seas el Simon & Garfunkel de nuestro 'El Graduado'”, Ezra ha declarado: "Esa cosa adolescente, de no poder hablar sobre tu vida interior secreta, es la razón por la que soy compositor y músico. A veces necesitas la música para transmitir completamente lo que no se puede decir en la conversación diaria". ¿Quién mejor para articular toda esa incomodidad y alienación que Zurman, icono del desafío a las condiciones de género (se define como pansexual o “transexual a mi manera” y viste como una mujer)?
La música de Furman es rock'n'roll revivalista de ascendencia punk, con una voz nasal que recuerda en el mejor sentido a la de Gordon Gano (Violent Femmes). Crudo y con desgarro sentimental, sin pretenciosidad en las referencias literales ni tampoco en sus abstracciones y ofreciendo diversión con algo de caos. En 2006 sacó la cabeza, con The Harpoons como banda de soporte, con el autoeditado “Beat, Beat, Beat”. Lo grabaron en habitaciones, pero aquello ya bastó para que captará todo su potencial el productor Brian Deck (Modest Mouse, Iron And Wine), que los metió en un estudio. De ahí salió “Banging Down The Doors” (2007). Con la mecha encendida, Ezra componía sin parar y al año siguiente estaba en la calle “Inside The Humand Body”. Argumentos suficientes entre los tres títulos para que lo subieran al podio de los “nuevos Bob Dylan”, aunque, a diferencia del 99 por ciento de estos, en su caso los comentarios confesionales y las extravagancias narrativas sí conectaban con el tuétano del Planeta Zimmerman.
La música de Furman es rock'n'roll revivalista de ascendencia punk, con una voz nasal que recuerda en el mejor sentido a la de Gordon Gano (Violent Femmes). Crudo y con desgarro sentimental, sin pretenciosidad en las referencias literales ni tampoco en sus abstracciones y ofreciendo diversión con algo de caos. En 2006 sacó la cabeza, con The Harpoons como banda de soporte, con el autoeditado “Beat, Beat, Beat”. Lo grabaron en habitaciones, pero aquello ya bastó para que captará todo su potencial el productor Brian Deck (Modest Mouse, Iron And Wine), que los metió en un estudio. De ahí salió “Banging Down The Doors” (2007). Con la mecha encendida, Ezra componía sin parar y al año siguiente estaba en la calle “Inside The Humand Body”. Argumentos suficientes entre los tres títulos para que lo subieran al podio de los “nuevos Bob Dylan”, aunque, a diferencia del 99 por ciento de estos, en su caso los comentarios confesionales y las extravagancias narrativas sí conectaban con el tuétano del Planeta Zimmerman.
Tras un último trabajo con The Harpoons en 2011, en 2013 decidió volar firmando solo con su nombre (aunque sin dejar de tener grupo de apoyo) y publicó dos trabajos en menos de doce meses, “The Year Of No Returning” y “Day Of The Dog”. Intensidad y nervio para explorar la mortalidad y la depresión en canciones que, como él mismo indica, barnizan los problemas con glamur. Habilidad que lo conecta con el maestro de las miserias estadounidenses, el desaparecido Lou Reed, que construyó su carrera alrededor de eso. Una senda por la que Furman está moviéndose como pez (herido) en el agua. En julio de 2015 cayó el mencionado al principio de este texto "Perpetual Motion People", su debut en el sello Bella Union, que fue escogido mejor disco del año por la web musical británica Gigwise y el cuarto en Rough Trade, y luego los sus tres últimas obras, que también hemos citado ya: “Transangelic Exodus” (2018), “Twelve Nudes” (2019) y la banda sonora de la serie británica de Netflix “Sexual Education” (2019).