"Amazonia" es un proyecto musical con el reconocido fotógrafo Sebastiao Salgado sobre el bosque amazónico. Además de la fragilidad de este ecosistema, la exposición conjunta de los dos maestros resalta la riqueza del universo sonoro de la Amazonía al reunir las impresionantes fotografías de Salgado con una creación inédita de Jean-Michel Jarre, concebida a partir de los sonidos concretos del bosque.

La exposición conjunta está encargada para la Filarmónica de París (a partir del 7 de abril) y son 52 minutos de música nueva, compuesta especialmente por Jean-Michel Jarre, para acompañar las fotos.

'Amazônia' es una exposición inmersiva centrada en la Amazonía brasileña, que presenta más de 200 fotografías y otros medios plásticos de Salgado.

El fotógrafo viajó por la región durante seis años, capturando el bosque, los ríos, las montañas y la gente que vive allí, y la mayor parte del trabajo se verá públicamente por primera vez. En el corazón de la exhibición hay una invitación a ver, escuchar y pensar sobre el futuro de la biodiversidad y el lugar de los humanos en el mundo viviente. Más tarde la exposición viajará a otras ciudades de todo el mundo, incluidas Roma, Sao Paulo, Río de Janeiro o Londres. Más ciudades seguirán en 2022. Jean-Michel Jarre ofrecerá una versión de sonido envolvente binaural además del audio estándar.

La creación de sonido que acompaña a Jean-Michel Jarre es un mundo sinfónico que sumergirá a los visitantes de la exhibición en los sonidos del bosque. Utilizando una combinación de instrumentos electrónicos y orquestales con otros sonidos naturales de la vida real, la partitura también se ha grabado en audio binaural, para una experiencia verdaderamente inmersiva.

El susurro de los árboles, el llanto de los animales, el canto de los pájaros o el susurro del agua que cae en cascada desde los picos de las montañas, recogidos en el lugar, en el corazón de la selva amazónica, forman un paisaje sonoro adaptado a la Ruta Salgado. Jean-Michel Jarre, que fue nombrado embajador de la Unesco en 1993, está involucrado en proyectos notables para la tolerancia y el pluralismo cultural, así como para la protección de la naturaleza y el medio ambiente.

Así explica el proyecto el propio Jarre: "Quería evitar el enfoque etnomusicológico o la creación de música de fondo. Entonces concibí una especie de caja de herramientas que contenía elementos musicales --orquestales y electrónicos-- destinados a recrear o evocar el timbre de los sonidos naturales, a los que agregué sonidos del entorno, y finalmente fuentes étnicas (voces, canciones e instrumentos) de sonidos de los archivos del Museo de Etnografía de Ginebra (MEG). Me acerqué al Amazonas con respeto, de manera poética e impresionista. Elegí los elementos vocales y sonoros en su dimensión evocadora, en lugar de tratar de ser fiel a un grupo étnico en particular. Me pareció interesante fantasear con el bosque. Lleva consigo una poderosa imaginación; tanto para occidentales como para amerindios. Esta música también evoca una forma de nomadismo, como si los sonidos aparecieran y desaparecieran durante una migración. Era necesario volver a los principios de orquestación de los sonidos de la naturaleza, trabajar a partir de sonidos que se suceden aleatoriamente, pero que pueden componer una armonía o una disonancia. Y como en toda sinfonía, la obra tiene momentos de claridad o tensión".