Tronco son Conxita Herrero (voz) y Fermí Herrero (guitarra y voz). Sus influencias van desde SINGLE, VAINICA DOBLE o THE MOLDY PEACHES a FUTURE BIBLE HEROES. Este trabajo ha sido grabado y producido por Eloy Bernal.

Fotografía de Garikoitz Fraga

Hacen falta más grupos como TRONCO.

Frescos, personales, espontáneos, sinceros, con un fino sentido del humor, que construyen la cotidianidad desde la fantasía más incomprensible, alejados de postureos.

Hacen las cosas a su manera. Y con su elocuencia, su ingenuidad y su simpleza, te convencen de que tienen razón. Y después de “Tralará” llega “Nainonai”. Su sonido sublimado, si eso se puede decir de Fermí y Conxita, gracias principalmente a la participación de Eloy Bernal (NELEONARD, DIE KATAPULT).

Un cóctel que hace que “Nainonai” sea una auténtica joya, el “Popemas” de esta generación, una delicia pop hecha con actitud, fantasía e imaginación. Una auténtica obra de arte, de esas que salen casi sin querer, sin pretensiones.
Se edita en LP de Vinilo Rojo y Edición Limitada + Libreto 12 Páginas y en Álbum Digital [Disponible en Spotify, Bandcamp, iTunes, Deezer y más...

Vamos a hacer un unbox en toda regla. La ocasión lo merece. Fuera precinto.

Un vinilo precioso con una portada evocadora de Andrea Ganuza (basada en la película de Scorsese “La Edad De La Inocencia”, una de las pelis favoritas de Conxita) es la puerta de entrada a un libreto maravilloso ¡de 12 páginas! Con ilustraciones de Lucas Naranjo y pintadas a acuarela por la propia Conxita, basadas en el libro infantil “Sapo Y Sepo, Inseparables” de Arnold Lobel, comienza el viaje a través de las letras de este disco.

Para disfrutarlas como un cuento para niños mayores (sí, y los pequeños también). Por cierto, como buena ilustradora, Conxita eligió personalmente trabajar con Andrea y Lucas, dos de sus artistas favoritos. Y por cierto, las tipografías manuales son obra de las abuelas de Fermí y Conxita, Conchita Moraleda y Josefina Cotes. Las guardas de la portada son de la propia Conxita, inspirada en un audiolibro de El Principito.

Sacamos el vinilo de la funda. Las galletas son una elección de Andrea, de una serie de trabajos propios en los que pinta sus propios sueños, y con los que busca romper con el tono del disco.

La aguja sobre el surco. Suena “Volveré”. Sencilla y directa. Laura Antolín (DOBLE PLETINA) al bajo. Una guitarra arranca a través de la señal de un móvil, el rasgado estilo “abanico” tan típico de Fermí, rumbero, un tren, un gallo… Y comienza la magia. Ya no podremos volver.

“La Casa De Tus Sueños” ya la conocíamos por un avance. Elisa y Eloy haciéndole el contrapunto a Conxita y Fermí, para contarnos un sueño mediterráneo, bañado por la brisa y las olas.

La tercera que suena es “Piropos”. Es puro TRONCO. Ragatanga en la guitarra, armonías imposibles, y Conxita lanzando con su flow personal una ristra de maneras de como llamar a una persona que te importa sin necesidad de utilizar adjetivos sonrojantes. THE MOLDY PEACHES. “Tiene que ser ingenioso / Tiene que ser novedoso / Y no el típico piropo”. Creo que me puedo imaginar a Conxita en una anti pelea de gallos entre campos de fresas y flores.

"Dejarlas Ir” marca diferencias. Los sintetizadores, la caja de ritmos, la ausencia de guitarra, hacen que la paleta sonora varíe radicalmente. FUTURE BIBLE HEROES.

Pero la caja de ritmo sigue en “Menos Contigo”, aunque aquí los sonidos tropicales y las marimbas nos hacen sentir más cerca del universo TRONCO. Un viaje a mitad del Pacífico. “Dónde está mi cerebro cuando más lo necesito”.

“Un Documento”. Desnuda. Un bosquejo. Pero ahí está todo. Una historia alocada, inverosímil, fantástica. Se acaba la cara.

“Soy Una Roca” es una increíble versión de SIMON & GARFUNKEL, cerca del chachachá, con una batería interpretada y grabada por Ryan McPhun (THE RUBY SUNS) y una adaptación absolutamente mágica de Conxita. La aguja se para porque se ha acabado el surco.

Vuelta al vinilo. Qué bonitos son los dibujos de Andrea. “Rumba Veraniega Para Tiempos Oscuros”. Qué título más maravilloso. La letra de esta canción es la musicalización y adaptación de un texto de su amigo Dídac Rocho. TRONCO en todo su esplendor. Esas armonías bizarras, pero absolutamente preciosas. El mar. Tú y yo.

La siguiente comienza como Doraemon. “Famosa” parece una especie de reguetón catalán con alientos de mambo y rancheras. Pensamientos alucinados sobre la fama y el dinero. Dice Conxita que “Milionària” de Rosalía ha tenido cierta influencia en esta composición. ¿Cómo hacemos esto?

“Me Iré”. Pocas veces hemos escuchado tanta desazón en TRONCO. Pocas veces hemos escuchado sonar tan encantadora y candorosa a la desazón. SINGLE. LA BIEN QUERIDA. “Las calles huelen a pizza / El césped a césped / La lluvia a mojado / Y tú a lo de siempre / Qué gusto olerte”.

Se nos llenan los pulmones con “Qué Gusto Verte”. Y las manos. Y los ojos. Estaría bien que ese vinilo tan rojo fuera de gominola de fresa. Así también podríamos disfrutarlo con la boca. Cómo crece la canción. Qué arreglos. Lirismo en un mundo de fantasía. Qué más podríamos pedir. Qué pena que se acabe.

“Demasiadas Veces” es una locura. Esa flauta dulce de las sardanas. Un chachachá de los años 20. Pero de los del siglo pasado. Bueno, y de este también. Y como buen chachachá, una historia sobre despecho y desazón suena reconfortante e incluso, divertida.

La última. “Con Las Manos En La Masa”. Rumba. VAINICA DOBLE, como no. Cacerolas y sartenes. La fiesta final. El festín final.

Hay una página con los acordes. Mayores y menores. Parecen sencillos. Como si tocar estas canciones fuera un juego. Desde luego, eso es para ellos. Pero como todo buen juego, siempre significan mucho más. Porque TRONCO son mucho más. Tienen un hueco bien guardado en nuestros corazones. Y volverán. Y volverán. Y nuevamente volverán. Y esperamos, nunca se irán.