Tras el lanzamiento de su primer disco "MINIMX", Hilos, el dúo integrado por Flora Rodríguez y Leonardo Valenzuela, apuesta ahora a lo visual estrenando el primer videoclip de su ópera prima.
Los artistas oriundos del Oeste del Gran Buenos Aires refuerzan sus últimos lineamientos estéticos y liricos a través de este nuevo vídeo clip.
“El hombre que amaba todo” explora la crisálida constante, el abrazo con lo desconocido y la búsqueda de amar a todo lo sútil. Contiene un halo entre etéreo y cálido como así también el mismo juega con lenguajes esotéricos. Fue filmado en distintas locaciones del Oeste de Buenos Aires durante los últimos meses del 2020 y principios 2021. Es parte del disco breve MINIMX, un disco de 5 canciones con un desafío sonoro que hace uso de lo indispensable y lo portentoso a la vez, dejando atrás el sonido folk de los singles que le anteceden y dando apertura a sonidos eléctricos con atmósferas y ecos. Dicen Flora y Leonardo sobre el vídeo clip: “Es un acto de atención el cuerpo y los misterios, su capacidad virtuosa de convertirse, adaptarse y evolucionar. Posee una mirada optimista sobre la transformación ya que creemos que de este “fin de un mundo” saldremos distintos “.
Hilos es un proyecto nacido en 2017 entre fogones, viajes y pequeñas liturgias, con enclave en el dream pop y mixtura de sonidos y sentidos camperos y urbanos.
El dúo se consolidó tras un viaje al norte argentino donde profundizaron los lazos artísticos. Desde entonces fueron mutando y apostando a diferentes búsquedas: desde una big band con vientos y cuerdas a un formato más eléctrico y minimalista como el actual.
El nombre del dúo es la síntesis de una revelación: ver y creer que todo está conectado por invisibles hilos; cada acto, cada vida y no vida, una súper conexión… A veces (muy pocas) esos hilos se revelan y en la mayoría pasan desapercibidos como meras casualidades. Sus presentaciones tienen un carácter multidisciplinario, en un cruce entre la música, poesía, danza e intervenciones. Podemos decir que intentan ver la música de una forma "holística", dentro de un compendio de otras artes con las que conviven armoniosamente en vivo (y en estudio).
Devotos de la mixtura de sonidos, la exploración y la simbiosis entre los sentidos camperos y urbanos, sondean una mutación constante como búsqueda estética y musical que deriva desde el folk a los sonidos electrónicos.
Su fascinación por lo múltiple y lo fractálico los ha llevado a hilvanar distintas disciplinas como la danza, la poesía y la proyección en vivo. Su primer single fue "Meteoritos" y le suceden "Benita", "Erase" y "Ojos Cristal".
Su disco «MÍNIMX» es una oda a las pequeñas cosas, a lo sutil, al detalle, a todo aquello imperceptible y responsable de hechos grandilocuentes. "Hay que mutar otra vez" afirma el estribillo de una de las canciones que cierra el disco, como un mensaje para el presente y el futuro; la necesidad de "cambiar de piel" en una armonía espiritual con el resto de las vidas.