"Patologías del bienestar" es el segundo avance del nuevo trabajo de ALEJO ya disponible en plataformas digitales.
Con este tema ALEJO denuncia la queja que - a veces - hacemos de los vicios cotidianos que nosotros mismos nos creamos, olvidándonos incluso de nuestra esencia. Y lo hace al más puro estilo Pop.
"Hace un año que escribí la canción y cada día que pasa me siento más conectado con el estribillo, `Ya no comulgo con la realidad´. La idea nace de una conversación con un colega en la que se me ocurrió el verso `Héroes de clase idiota. Patologías del bienestar´", nos cuenta el propio Alejo. "Resume bien que la mayoría de nuestros problemas son relativos y cuando todo lo que nos sobre estimula pasa a un segundo plano y conseguimos desnudarnos de forma sincera y conectar con nosotros mismos, es cuando sabemos querer y querernos...".
"Hace un año que escribí la canción y cada día que pasa me siento más conectado con el estribillo, `Ya no comulgo con la realidad´. La idea nace de una conversación con un colega en la que se me ocurrió el verso `Héroes de clase idiota. Patologías del bienestar´", nos cuenta el propio Alejo. "Resume bien que la mayoría de nuestros problemas son relativos y cuando todo lo que nos sobre estimula pasa a un segundo plano y conseguimos desnudarnos de forma sincera y conectar con nosotros mismos, es cuando sabemos querer y querernos...".
Escuchando su música, nos muestra una sabiduría ancestral en el arte de componer canciones, instantes de una vida en las que todas las certezas, las fobias y los anhelos están distribuidas equilibrada, adecuada y mágicamente.
Las búsquedas personales, los entresijos de las relaciones, la soledad, una cierta inquietud social…
Eso y más planea con sus alas abiertas sobre los textos que escribe Alejo, un tipo que con este primer trabajo afianza ya su propia denominación de origen. Adicto a la cultura del rock y sus mitos, sensible e intuitivo, Alejo ha confiado la producción de su primer disco a Ramiro Nieto, percusionista en bandas como Sidonie, Zahara y Sidecars, que además se está haciendo un nombre importante en las labores de producción. Los exquisitos estudios de grabación Reno, en Madrid, sirvieron de laboratorio para buscar la alquimia que los oídos de Alejo andaban imaginando en las primigenias versiones de las canciones que nacieron al calor de la guitarra y su voz en el salón de su casa en Tudela.
