El propio artista nos comenta: "esta es mi nueva canción favorita, la tengo en bucle desde hace 30 minutos y me gusta cada vez más".
Coque Tornado es un músico multiinstrumentista de Toledo, popero de la nueva escuela. Hace canciones con muchas ganas. Le gusta la música, "más que a un listo un boli de los que pintan en 3 colores".
La canción no tiene ni una sola guitarra. Todo son sintes. Algunos con mucho rubato buscando el sonido roto ochentero. Sigue imprimiendo su sello propio con esos puentes con trémolo en la voz, esos bajos marcados ochenteros dignos de don Manolo Aguilar (al que admira) y esos sintes tan bien elegidos.
El tema en cuestión va de un viaje onírico en el que cuenta cómo su amigo vio a Filomena a través de una ventana de noche todos esos copos caer. Y cómo decidió su amigo pirarse a otro país caribeño, tropical, en donde todo es más divertido y no hay calor ni frío. Ni poperos. Esos cuarenta grados van por lo que sucedía este verano en pleno Madrid.
"Canción de frío y fuego" iba a llamarse, pero al final se titula "Tecnoptimismo" porque es optimista y tecno, porque es muy tecno. Es obvio.
También un poco por lo que sucede hoy en día, "que hace mucho calor, mucho frío y la tecnología nos salvará. Cruzando dedos".
La produjo, mezcló, masterizo e interpretó Coque Tornado como buenamente pudo en su estudio.
La produjo, mezcló, masterizo e interpretó Coque Tornado como buenamente pudo en su estudio.
Es indie diy puro.
Hasta la foto de la portada va con trípode.
Irá incluida con una nueva mezcla en el nuevo disco que se acerca, ya el cuarto después del "Invisible", "El Toledano" y el "24 años de éxitos".