PROPAGANDA han grabado un tercer álbum que merece la pena esperar

Más de dos años después de su grabación original, y casi dos décadas después de su último lanzamiento, los autores de algunos de los mejores temas clásicos de synthpop, PROPAGANDA, regresan con un nuevo capítulo en su apasionante historia.



Ralf Dörper
y Michael Mertens, miembros originales de la banda, encarnan la profundidad y el drama de sus primeros trabajos, mientras exploran nuevos sonidos y estilos, y reflejan los cambios personales y sociales acaecidos desde su última entrega.
Concebido y elaborado íntegramente en su Düsseldorf natal, se mantienen fieles a sí mismos y se rodean con apariciones especiales del aclamado Hauschka y la artista ascendente Thunder Bae
Esto es Propaganda en su esencia. a la vez elegante, a la vez sensual y cerebral.


La apertura del álbum "they call me nocebo" es la introducción perfecta a su evolución sonora. Esta tensa y tóxica canción de amor/lujuria está imbuida del estado de ánimo nocturno de los antiguos Propaganda, pero se expresa en el contexto de la IDM y los sonidos electrónicos que reverberan a través del siglo XXI.


"purveyor of pleasure" proporciona el complemento perfecto, ya que una sección rítmica de tambores sintetizados y bajos hinchados recuerda esa orientación melódica hacia las pistas de baile del pasado, pero se sacia con un papel secundario aquí, permitiendo que las progresiones de acordes y la expresiva voz de Thunder Bae ocupen un lugar central. Su linaje lírico permanece intacto, pero estas meditaciones sobre el sexo y el pecado contienen una autorreflexión muy experimentada. 


Las inflexiones operísticas y la grandeza cinematográfica de "vicious circle" (enfáticamente reelaborada desde su origen en el álbum "1234"), "love:craft" (con su homenaje lírico al maestro estadounidense del horror cósmico) o el instrumental neoclásico "dystopian waltz", dan fe de la perenne inclinación de Propaganda por lo dramático, ahora enriquecida, a través del posterior trabajo de Mertens en bandas sonoras, hasta alturas abrasadoras.


Por otra parte, "tipping point" ofrece un poema ambientado en arpegios arremolinados, y "distant" disecciona la soledad y el aislamiento, particularmente conmovedores después de la experiencia compartida de la pandemia. 
La bellamente gótica "wenn ich mir was wuenschen duerfte" cierra tanto el álbum como un bucle. Su traducción al inglés, "if i had a wish", se remonta al título de su álbum debut ("A Secret Wish"), mientras que la canción en sí continúa la exploración de nuevos territorios sonoros: un estándar alemán de los años treinta, escrito por Friedrich Hollaender y popularizado por la grabación de Marlene Dietrich de 1960. La canción presenta la tristeza como fuerza política, y sigue siendo tan pertinente y poderosa ahora como siempre. Esta interpretación rica y texturizada, con un inquietante piano preparado de Hauschka, un viejo conocido de Mertens y ahora ganador del premio de la academia, es un final apropiado para este poderoso álbum. Y, no se equivoquen, esto es un álbum.

En una era de impermanencia, Propaganda quería producir algo real, para ser jugado de principio a fin, con ilustraciones y empaques que permitieran una comprensión más profunda que el tema de lanzamiento, encontrando el sello perfecto para satisfacer sus ambiciones en Bureau B.
En definitiva, Propaganda ha grabado un tercer álbum que merece la pena esperar.

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